Viaje a Playa del Carmen

               La semana pasada después de regresar de Detroit llegué a casa, el viaje de regreso estuvo tranquilo, un poco inquieto por el hecho de volver unas horas a Juárez, me tomé una cerveza y comí algo en Atlanta, caminé por el aeropuerto y en si fue un buen viaje, esa noche no cené con mi familia sino con Estefanía y al día siguiente salió mi vuelo a las 6 de la mañana de Juárez al DF, en la ciudad estuve esperando, me tomé un café, fui a comer con Sakira, una amiga que se mudó hace poco a la ciudad, en el aeropuerto conocí a un par de personas que me platicaron de sus viajes, sus hijos, estuvo interesante ese rato ahí, luego en la tarde llegué a Cancún. Ahí renté un carro y manejé a Playa del Carmen.

               Llegando a Playa del Carmen fui al depa donde me hospedé, me peiné y salí a caminar por la ciudad, después de un par de bares y varias cervezas y bebidas exóticas terminé en un antro. Al primer bar que fui era un restaurante bar con música regué, después me moví a una terraza donde las coronas estaban a $20, estuve platicando con los cantineros y nomas veía llegar las multitudes de gringos alocados pidiendo shorts y bebidas caras, yo creo que en cada ronda gastaba más cada quien que yo en ese bar. De ahí me cené un subway y me fui a un bar más fresón, tomé unas cervezas artesanales y conocí a varias personas. Estábamos platicando que deberíamos de ir a un mejor lugar, recuerdo haber entrado a un tipo antro, pedimos una botella de whisky y recuerdo muy poco, que había perdido mi celular y mi cartera, que no sabía de quien era un iPhone, luego regrese caminando al depa, un trabajo de locura porque nomas había estado ahí una vez y sin mapa ni direcciones. Al día siguiente cancelé todas mis tarjetas pero aun así me hicieron varios cargos esa noche. El iPhone lo intenté regresar pero al marcar al número de emergencia para ver donde los podía ver para devolverlo me amenazaron con golpearme entonces mejor lo apagué para evitar problemas.

               Al día siguiente, con una cruda horrible, dolor de cabeza y sin saber bien que había pasado la noche anterior pedí prestado un celular para empezar a cancelar tarjetas, me habían cargado como siete mil pesos en diversas cosas, desde Seven eleven, Burger King, hasta yo creo que una televisión en Chedraui o algo así. Ese día la verdad me sentí muy mal, no físicamente pero no tenía ganas de salir del cuarto, es horrible que te pase algo así porque te empiezas a culpar, y aunque uno mismo sea culpable batallas en darte cuenta de la metida de pata que acabas de hacer. Por suerte y prudencia había dejado mi visa y unos cuantos dólares que me habían sobrado del viaje a Detroit, compré un celular nuevo para comunicarme con mi familia, y la noche del domingo cené temprano en la playa y luego fui al depa a dormir.

               El lunes temprano fui al banco e intente conseguir otra tarjeta pero necesitaba una identificación vigente y ni mi visa ni pasaporte servían, a medio día fui al aeropuerto por mis papás. Fue una excelente semana, estuvimos riendo, paseando, platicando, comiendo, fuimos a Tumul, Cobá, Akamon, Valladolid, entre otros lugares, visitamos cenotes, playas hermosas, Cozumel, snorkeamos, anduvimos en bote y barcos, comimos comida tailandesa, bebimos y celebramos la vida, que por cierto ayer se cumplió un año desde que mi amigo Alejandro tuvo su accidente y el fin pasado le celebraron el hecho de haber renacido, estoy muy feliz por eso.

               La semana se fue como taza de café en la mañana, se tomó su tiempo al pasar, me hizo sentir mejor pero otra vez volvió a revivir ese gusano de viajar, llegando el lunes al trabajo apliqué a otro trabajo, a dos cruceros y espero volver a buscar la forma de estudiar fuera. Quisiera estar rodeado de gente interesante como antes lo hacía, estar en una oficina así esta padre, es un trabajo seguro y constante, pero sin parecer creído o algo pero siento que la mayoría de las personas con las que convivo al día a día están a gusto en su lugar y son felices a su manera por lo que no necesitan ninguna motivación más que levantarse, trabajar y repetir, pero yo no creo poder seguir en la industria más tiempo que al finalizar este año, o no sé, igual le encuentro el amor y esa peculiar felicidad la logro hacer mía. No sé bien que haré ni que quiero hacer, y estoy en un punto interesante, aun no me mudo al cuarto donde viviré, no tengo carro, aun no socializo con la gente de la ciudad, no tengo crédito, identificaciones ni tarjetas, afortunadamente tengo la seguridad de un empleo el cual no me ha enamorado, en estas dos semanas, pero creo que todo mejorara, es como un reset a la vida, carro, cartera, ids, amigos, casa, trabajo, a ver cómo me va.

               El lunes empecé con un reto personal, en resumen son 100 días haciendo ejercicio diario, al menos media hora al día correré o trotaré, o una hora caminando, la herida no me había dolido hasta hoy, pero llevo dos días bien, tampoco beberé más de dos copas por noche cuando salga, intentaré cenar menos en restaurantes, cocinaré más, llevaré una vida más tranquila, creo que es algo que necesito para ser una mejor persona, me gustaría tomar cursos y leer más. Algo como un año nuevo empezando el 6to mes. A ver cómo me va, haré un fendou estos meses.

-Gil-