Boda de Luz en Tepoztlan

      Hace varias semanas, no muchas pero si ya varias, me llegó una invitación por Facebook, he de decir que luego iré a la Ciudad de México por mi invitación física, la invitación era de parte de Luz y decía que se casaría el último fin de enero. Recibir noticias como esta, que una de tus mejores amigas del mundo se casa en unos días, es algo muy especial, me emocioné mucho y al mismo tiempo me puse a pensar en muchos buenos momentos con ella que considero mi hermana mayor. El viernes saliendo del trabajo después de una noche loca de fiesta en jueves tomamos camión a la capital del país, el viaje fue largo, llegando al a estación norte casi a media noche no estaba seguro si esperar al amanecer o seguir viajando, tome el metrobus a la central sur y después de una hora y unas calles peligrosas tomamos camión a Cuernavaca y de ahí un taxi a Tepoztlán, en las villas ya no permitían el acceso por lo que busque en google un hotel a un par de cuadras y por suerte recibían huéspedes las 24 horas. El lugar era una casa grande acondicionada para ser hotel, muy bonito, muy típico, un servicio no excelente, pero suficiente para unas horas de sueño.

                A la mañana siguiente me desperté temprano y me fui a caminar por el pueblo, buscar un cajero, desayunar algo, ir a lugares que había ido hace unos años, al entrar a la iglesia principal me sucedió algo que hace años no me pasaba, me lagrimaron los ojos, es una mezcla de felicidad y tristeza, felicidad por haber tenido tantas aventuras tan bonitas y tristeza por ya no tenerlas, o eso creo, bueno, eso se me acaba de ocurrir pero no sé si aplique ya que cuando estaba de viaje en el euro tour me sentía igual, tal vez un homesick que se detona cuando estoy en algún templo o veo a una familia muy feliz. Tal vez de a ratos llego a extrañar a mi familia, sé que es parte de crecer el estar aquí pero cuando fui en diciembre me di cuenta de lo maravilloso que es estar junto a ellos y que aunque aquí valla a muchas fiestas y tenga una libertad al final siento que es una falsa libertad porque no tengo realmente lo que quiero que es mi familia y estos son buenos años para aprovecharla. Ayer estaba en junta del trabajo y mi hermana me manda un mensaje pidiéndome que compre boletos para Coldplay en septiembre, entro disimuladamente en la página y compré tres boletos, le dije que fueron tres boletos y no sabía para quien era el tercero, ya le expliqué que es para mi hermano, él también ha de ir con nosotros, será un viaje mágico y aunque esos días sea cierre de mes y tal vez no pueda ir si consigo un puesto mejor o si me voy a Taiwán pero en caso de que si será memorable.

                Continuando con la boda, la ceremonia empezó a la 1 de la tarde y fue una ceremonia religiosa-espiritual-mágica, muy bonita, muy sinceros las palabras y muy original todo, me encantó, de ahí siguió el evento, desde tal vez las dos de la tarde hasta las 2 de la mañana no fue más que reír, platicar, estaba Fernando un amigo que conocí en Taiwán, Luz, había una pareja con una chava gringa y una china, entonces la mesa estaba muy curiosa y divertida. Comimos muy rico, bebimos vino, cerveza, tequila y whisky, bailamos horas y horas, nos divertimos muchísimo. El domingo hubo un cruderio con cerveza y gorditas y de ahí regresamos a San Luis.

                El mismo domingo una amiga me invitó a levantar al niño Dios, es una tradición que no había escuchado, cada quien tiene su niño y durante semanas y semanas organizan levantadas en donde se juntan a cenar, riquísimo por cierto, dan dulces y presentan sus niños, supongo que es como la tradición judía de levantar al niño 60 días después.

-Gil-