Mazatlan 2014

      Pocos viajes empiezan en el momento en que sales, de eso estoy seguro, este ultimo viaje empezó semanas antes cuando me estaba haciendo la idea de como irnos hasta Mazatlan mi hermano y yo, el plan empezó siendo tomar el Chepe, pero el Chepe sale de Chihuahua y llega a Los Mochis, aun nos faltarían unas 10 horas de camino para llegar a nuestro destino, tomar camión de Juarez a Chihuahua no era una opción, es como comerse unos tacos desabridos sin salsa, por lo que investigando con varios amigos que van seguido a Chihuahua una amiga me comentó que hay un grupo de profesores/maestros que ofrecen ride cuando van de regreso a casa en los fines de semana, costo bajo y pues gente de confianza, estuve buscando durante varios días a ver si encontraba a alguien que nos pudiera hacer el favor de llevarnos a Chihuahua, especialmente en viernes en la tarde, la tarea no fue difícil ya que un par de días antes me contacte con una maestra que tenia que ir.
                El plan fue salir el viernes a eso de las 6pm, bueno, al final salimos casi a las 7:30 por varias razones, llevábamos una mochila con agua, sodas, papitas, dulces y fritangas que nos harían compañía hasta llegar a la capital, el viaje duró lo que tenia que durar, unas cuatro horas pero se volvió muy interesante al tener que estar al lado de un bebe gran parte del camino, super simpático el niño que se reia por todo, se quedo dormidito un rato, me daba de comer, jugaba bastante, hizo el viaje mucho mas ameno, las pláticas de este se vieron polarizadas por la profesión de nuestras 3 acompañantes, maestras, las tres daban clases a niños de primaria de diferentes niveles sociales, dos de ellas daban clases en escuelas de muy bajos recursos, las historias que nos contaban eran mucho muy curiosas y nos daban que pensar durante el camino, como el niño que tenia dos papás y uno de ellos era la “Barbie” un señor moreno de 1.8m con cabello rubio y uñas de manicura, me imagino que ha de ser difícil cuando llegue la “mamá” a las juntas o para el niño comentar lo que piensa o sobre su vida personal, no se, si daba mucho que pensar, o que decían que todos los niños querían ser gays, pero no sabían que era ser gay, solo porque lo escuchaban, o que llevaban navajas y se amenazaban entre si, ha de ser totalmente otra cultura a la que yo viví de niño.
                Llegamos a Chihuahua con bien, nos dejaron en la estación del chepe y mi hermano y yo caminamos un rato hasta llegar a unas hamburguesas, ahí comimos bastante, nos llenamos, pedimos una orden para llevar, porque pensábamos que al dia siguiente no tendríamos para comer cosa que luego averiguamos que la comida sobraba en ese viaje, caminamos otro rato buscando un oxxo y en nuestra empresa encontramos una menuderia a la que nos fuimos a tomar un café, el oxxo estaba cerrado, pero pedimos que si nos llenaban la botella de agua para no morir de codos en el tren, yo tomé una siesta mientras mi hermano leia un poco de un libro que le presté, el tiempo se fue volando y a eso de las 6 de la mañana nos fuimos a la estación de trenes, le conté una historia de terror a mi hermano, estaba la ciudad obscura por lo que permitió que el momento se prestara para eso, creo que no soy tan malo. Compramos los boletos para el tren y empezamos nuestra travesía.
                El tren no estaba nada mal, los asientos comodos, si hizo mucho frio en la noche, pero era de esperarse, también el trayecto es muy largo, de 6am hasta las casi 11 de la noche, mas de 13 horas sentados con muy poco tiempo para estar parados, de repente nos dabamos nuestros rondines por el tren, llegamos al divisadero, fotos, comida, agua, fruta, platicamos mucho entre los dos, eso fue lo mejor, después de todo es mi hermano y la unión entre nosotros es fundamental para mi vida. Ya en la noche llegamos a los Mochis, ahí buscamos un hotel, unos $500 por noche, incluia desayuno, fuimos a cenar tacos y dormimos de nuevo. El paisaje que se logra ver en el Chepe es asombroso, le hace falta mas publicidad y mas servicio al turista, si vas sentado, pero nadie te dice donde estas o que cosas cool hay cerca, si te dicen de cada estación, cosas historias y asi, pero le falta mas interacción con el turista, eso puede ser una bomba para el turismo, si se supiera explotar.
                En la mañana de los mochis nos fuimos rumbo a Culiacan, sobrevendieron nuestros boletos por lo que tuvimos que irnos de pie, le toco a mi hermano escuchar unas historias no contables en el camino cuando estábamos sentados con el conductor, historias sobre drogas, sexo, alcohol, sobre otros camioneros, sobre sus amigas en cada pueblo, estaba bastante interesante la platica, tanto que se quedó dormido  un buen trayecto, al final nos deseo la mejor de la suerte y un muy buen viaje a ambos. Llegando a Culiacán un amigo, Jose Roche, nos llevo a comer a un restaurante llamado Cabana, asi mismo a pasear por la ciudad, starbucks, todo tranqulio, Culiacán es una ciudad muy bonita, mas que Mazatlan, nomas que sin costa, tiene un rio con islas, muy verde, muchos parques y buena planificación, bastante desarrollo en la ciudad, pero le falta explotar, crecer mucho. Al dia siguiente, el lunes,  tomamos un camión a Mazatlan y ahí alcanzamos a nuestros queridos padres.


-Gil-

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