Escalando, carne asada y un Onsen

El domingo pasado decidimos ir a hacer una carne asada en la montaña, ¿qué tan difícil puede ser? Nomas una montaña pequeña, pero esa montañita la había escalado antes y apenas si llegue con ayuda del barandal de alado. Esto fue lo que sucedió El domingo en la mañana después de un café fuimos a la estación de Hiroshima y de ahí a un mercado por comida, cerveza y etcéteras, caminamos hacia un templo, he buscado templos en la ciudad ese nunca lo había visto ni en Internet, hay que subir unas escaleras para llegar a este. En la parte de atrás hay otras escaleras que llevan a otro y luego una serie de puertas que guían hasta la cima de la montaña, en ese camino Sensei nos levo por una vereda hacia afuera del camino a un pozo “como el del aro” supongo que hace casi 20 años que salió la película aquí en Japón les ha de haber dado curiosidad visitar ese pozo y lo tiene en la memoria.
[Ahorita estoy en el hostel en mi turno de ayudar, hay tres viajeros que llevan aquí ya tres días y pasan la mayor parte del tiempo sentados viendo a la nada o en la computadora, entiendo que hay momentos de descanso pero a veces se me hace difícil imaginar el estar viajando periodos cortos y usarlos para “just chill and relax” en vez de conocer las ciudades a las que van, no se, otro punto de vista para viajar.] Llegamos a la Pagoda, prendimos el carbón y cociné un guiso de carne con tomate, cebolla y una salsa Old El Paso y lo comimos en unas tortillas tipo Taco Bell, el guisado quedó bien y la salsa no sabia mal pero las tortillas estaban muy chiclosas, después de los tacos comimos carne hasta mas no poder y unas cervezas. Curiosamente la lechuga nomas arrancábamos hojas de ella y asi nos la comíamos, sin lavar ni nada, no se si el sistema de proceso de alimentos aquí sea mucho mas higiénico que en otros países pero no creo poder hacer lo mismo con la lechuga o vegetales.
Estuvimos sentados un rato en la Pagoda platicando sobre nuestras infancias y lo que nos gustaba hacer y de ahí empezamos de nuevo la caminata, fue larga, cansada, muchas subidas y bajadas, partes con un camino apenas visible y otras con unas cuerdas para poder subir las rocas, yo estaba exhausto, mis piernas me dolían y varias veces pensé en detenerme y no continuar, pero tampoco había vuelta atrás, las subidas y bajadas de diferentes montañas no lo hacían posible y no estábamos cerca de ninguna carretera o camino, de repente encontrábamos bifurcación en el camino pero no sabia a donde guiaban las que no tomábamos, bueno tampoco las que tomábamos, había pedazos del camino que teníamos que reposar unos minutos y luego continuar con este ya que realmente eran muchas subidas y ya después de varias horas el cuerpo lo resentía.
Al final llegamos a un lugar con camino pavimentado y de bajada, se veia mejor que una hamburguesa, unos waffles en ese momento o una barra Snickers, lo caminamos y llegamos a un Onsen, sauna, baño publico. Pagamos el precio de entrada 750 yen, que es mas que mi presupuesto semanal y unos 130 pesos mexicanos, pero valió la pena. Entramos al edificio, te quitas los zapatos al entrar, guardas tus cosas en el locker, te das un baño de agua y luego un baño propio sentado en un mini banquito, de ahí al jacuzzi, habia varias albercas con diferentes tipos de agua a diferentes temperaturas, la mejor era la que estaba al aire libre y podias ver las montañas. Fue un buen momento de reflexión y descanso, regresamos caminando al hostal, otros 50min de camino pero la platica fue interesante y ese dia platique con la gente en el hostel, los viajeros siempre tienen platicas. -Gil-

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