Paula y otros asuntos
Estoy en el avión rumbo a Hong Kong, intento dormir pero no es sencillo, sin evitarlo, pensamientos me llegan, muchos, variados, de todo un poco, sobre las horas que pase en el aeropuerto, sobre Paula, Laura, las personas que he conocido a lo largo del viaje, Luis de Mexico, Luis de Brasil, los mexicanos, mis amigos, Jaakko, creo que es un mundo muy grande, creo que nunca lo comprenderé, tal vez si siga con un ritmo de vida tan pesado y rápido como este lo llegue a comprender, pero seria solo antes de volverme loco.
Casi nunca cuento lo que me pasa con respecto a las mujeres en mi blog, o los romancquepis llamarlos asi, que tengo en los viajes, no se porque, miedo, pena, tal vez algún tipo de respeto por ellas, miedo a que suene a presunción, a que no logre escribir lo que realmente quiero y mis palabras suenen mal, no es un tema fácil. Extrañamente fue una de las cosas que quería escribir desde el principio de este blog, escribir como conocía a una muchacha, que platicábamos, cuanto tiempo pasaba antes de besarla o hacer que me besase, era algo que quería empezar a escribir, pero no me considere lo suficientemente libre para hacerlo, que si pensaban que era un mujeriego, que no me interesaban realmente sus sentimientos, solo momentos felices sin compromisos, que si después conocía a alguien y no me quisiera aceptar por lo que ya había leído. No se si sea fácil de explicar, pocos son mis amigos con los que he hablado sobre esto, mis papas y mi hermana están incluidos ahí.
Quiero platicar de Paula, no poe ser la mas importante, pero es un buen ejemplo de lo que quiero expresar, su tatatatarabuelo o algo así es sueco, vivió en Moscú toda su vida pero estudiaba en una universidad finlandesa por lo que se mudo a Helsinki a seguir sus estudios. Estaba yo caminando por tiendas en el aeropuerto de Helsinki, viendo souvenirs, que había, que no podía comprar, que tampoco, y la vi, tipica muchacha preciosa que uno ve y solo de pensar en hablarle se pone nervioso y no lea habla, 175cm, ojos cafe claro, tipo miel, piel clara con un toque muy ligero de bronceado, casi imperceptible, una cadenita de collar sencilla con una cruz de adorno, sonrisa llamativa, simpática, caminaba hacia la misma dirección que yo y sin querer queriendo eche un vistazo a su voleto y alcance a ver que volaría con la misma compañía que yo, y sabia que nomas había un vuelo esa tarde de Aeroflor, me sentí afortunado, iría en al vuelo con una bella joven, no importaba si la vería en el avión pero pensaba que podía verla en la sala de espera e igual le hablaba después. En este momento estoy pensando en dejar de contar la historia como si fuera mía h cambiarla por otro personaje que ni sea yo, inventar a alguien que le aya pasado lo a que a mi, pero no lo are, al menos por esta ocasión. Vas también a Moscú, pregunte yo, me contesto que si, que estaría ahí un par de semanas de vacaciones, empezamos a platicar, la platica fue como de costumbre banal y extrañamente fluida, hablamos de su nombre, significa pequeña en latín, de su apellido, del mío, de lo que hacemos de nuestras vidas, viajes, la hora de abordar llego y tomamos un camión que nos llevo al avión, le propuse sentarnos juntos, acepto contenta, batallaba para creermela, parecía muñequita, 20 años, estudiaba diseño de moda o algo por el estilo, en la capital del diseño, guapa y con una blusa color salmón, extrañamente un día antes estaba pensando en que las eacandinavicas se ven bien de ese color, les va con su complexión y su color claro de piel. Abordamos el avión, le dijo algo a la azafata, esta grito algo a los guardias y me llevaron al compartimiento hasta el fondo, no me explicaban mucho, me decían en mal ingles con acento ruso que estaba detenido por acoso y que no me dejarían salir de ahí hasta que el avión aterrizara y ella estuviera a salvo de mi. No paso eso, ella hablo con la azafata y esta le dijo que no había problemas por sentarnos juntos, seguimos platicado, no recuerdo de que, seguramente cosas sin mucho sentido, reíamos y platicábamos mas, me contó de su miedo a volar, le dije que no se preocupara, platique un par de anécdotas tontas sobre vuelos y no recuerdo como nuestras manos se encontraron, ella buscando alguien en quien apoyarse, tal vez yo también, despego el avion, la platica continuo con su destacada fluidez y simplicidad, no soltamos las manos mas que para comer, una ensalada y un pastel, comida de avión, tomamos algo de cafe, y 5 min después de haber despegado ya estamos llegando, viendo el atardecer y con sus nervios por sentir de nuevo tierra, nos acercamos un poco de mas, o exactamente suficiente como para darnos un beso, este continuo por el resto del aterrizaje, se relajo, yo sentí de nuevo ese miedo de querer a alguien a quien sabes que no vas a ver por un tiempo, por no decir nunca. Se paro el avión, decidimos esperar a que todos bajaran de este en vez de quedarnos parados en la linea, bajamos, entramos al aeropuerto, llegamos al punto de revisión y nos despedimos. Hablamos sobre vernos un día de nuevo, mis esperanzas son muy pocas, tal vez fue amor verdadero, pero solo duro 2horas y nunca volverá a ser, tal vez fue simplemente un mecanismo de defensa de mi cerebro para no aburrirse 2 horas de vuelo, tal vez fue un sencillo amor de verano, tal vez el destino que nos puso ahí, y como en las películas, nos encontraremos de nuevo en varios años y nos enamoraremos perdidamente. No creo, fue bonito, duro poco, que mal, que bien que duro.
Es la segunda vez que me pasa en este viaje, no se si sea la ultima, tal vez me tomo las cosas muy encerio o pienso de mas mucho. Gracias por la confianza en leer esto, fue difícil.
-Gil-
Casi nunca cuento lo que me pasa con respecto a las mujeres en mi blog, o los romancquepis llamarlos asi, que tengo en los viajes, no se porque, miedo, pena, tal vez algún tipo de respeto por ellas, miedo a que suene a presunción, a que no logre escribir lo que realmente quiero y mis palabras suenen mal, no es un tema fácil. Extrañamente fue una de las cosas que quería escribir desde el principio de este blog, escribir como conocía a una muchacha, que platicábamos, cuanto tiempo pasaba antes de besarla o hacer que me besase, era algo que quería empezar a escribir, pero no me considere lo suficientemente libre para hacerlo, que si pensaban que era un mujeriego, que no me interesaban realmente sus sentimientos, solo momentos felices sin compromisos, que si después conocía a alguien y no me quisiera aceptar por lo que ya había leído. No se si sea fácil de explicar, pocos son mis amigos con los que he hablado sobre esto, mis papas y mi hermana están incluidos ahí.
Quiero platicar de Paula, no poe ser la mas importante, pero es un buen ejemplo de lo que quiero expresar, su tatatatarabuelo o algo así es sueco, vivió en Moscú toda su vida pero estudiaba en una universidad finlandesa por lo que se mudo a Helsinki a seguir sus estudios. Estaba yo caminando por tiendas en el aeropuerto de Helsinki, viendo souvenirs, que había, que no podía comprar, que tampoco, y la vi, tipica muchacha preciosa que uno ve y solo de pensar en hablarle se pone nervioso y no lea habla, 175cm, ojos cafe claro, tipo miel, piel clara con un toque muy ligero de bronceado, casi imperceptible, una cadenita de collar sencilla con una cruz de adorno, sonrisa llamativa, simpática, caminaba hacia la misma dirección que yo y sin querer queriendo eche un vistazo a su voleto y alcance a ver que volaría con la misma compañía que yo, y sabia que nomas había un vuelo esa tarde de Aeroflor, me sentí afortunado, iría en al vuelo con una bella joven, no importaba si la vería en el avión pero pensaba que podía verla en la sala de espera e igual le hablaba después. En este momento estoy pensando en dejar de contar la historia como si fuera mía h cambiarla por otro personaje que ni sea yo, inventar a alguien que le aya pasado lo a que a mi, pero no lo are, al menos por esta ocasión. Vas también a Moscú, pregunte yo, me contesto que si, que estaría ahí un par de semanas de vacaciones, empezamos a platicar, la platica fue como de costumbre banal y extrañamente fluida, hablamos de su nombre, significa pequeña en latín, de su apellido, del mío, de lo que hacemos de nuestras vidas, viajes, la hora de abordar llego y tomamos un camión que nos llevo al avión, le propuse sentarnos juntos, acepto contenta, batallaba para creermela, parecía muñequita, 20 años, estudiaba diseño de moda o algo por el estilo, en la capital del diseño, guapa y con una blusa color salmón, extrañamente un día antes estaba pensando en que las eacandinavicas se ven bien de ese color, les va con su complexión y su color claro de piel. Abordamos el avión, le dijo algo a la azafata, esta grito algo a los guardias y me llevaron al compartimiento hasta el fondo, no me explicaban mucho, me decían en mal ingles con acento ruso que estaba detenido por acoso y que no me dejarían salir de ahí hasta que el avión aterrizara y ella estuviera a salvo de mi. No paso eso, ella hablo con la azafata y esta le dijo que no había problemas por sentarnos juntos, seguimos platicado, no recuerdo de que, seguramente cosas sin mucho sentido, reíamos y platicábamos mas, me contó de su miedo a volar, le dije que no se preocupara, platique un par de anécdotas tontas sobre vuelos y no recuerdo como nuestras manos se encontraron, ella buscando alguien en quien apoyarse, tal vez yo también, despego el avion, la platica continuo con su destacada fluidez y simplicidad, no soltamos las manos mas que para comer, una ensalada y un pastel, comida de avión, tomamos algo de cafe, y 5 min después de haber despegado ya estamos llegando, viendo el atardecer y con sus nervios por sentir de nuevo tierra, nos acercamos un poco de mas, o exactamente suficiente como para darnos un beso, este continuo por el resto del aterrizaje, se relajo, yo sentí de nuevo ese miedo de querer a alguien a quien sabes que no vas a ver por un tiempo, por no decir nunca. Se paro el avión, decidimos esperar a que todos bajaran de este en vez de quedarnos parados en la linea, bajamos, entramos al aeropuerto, llegamos al punto de revisión y nos despedimos. Hablamos sobre vernos un día de nuevo, mis esperanzas son muy pocas, tal vez fue amor verdadero, pero solo duro 2horas y nunca volverá a ser, tal vez fue simplemente un mecanismo de defensa de mi cerebro para no aburrirse 2 horas de vuelo, tal vez fue un sencillo amor de verano, tal vez el destino que nos puso ahí, y como en las películas, nos encontraremos de nuevo en varios años y nos enamoraremos perdidamente. No creo, fue bonito, duro poco, que mal, que bien que duro.
Es la segunda vez que me pasa en este viaje, no se si sea la ultima, tal vez me tomo las cosas muy encerio o pienso de mas mucho. Gracias por la confianza en leer esto, fue difícil.
-Gil-
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